Hace
unos años era frecuente que pasasen por Cacabelos varios circos a lo largo del
año, que servían de regocijo para pequeños y grandes, incluso algunos muy
conocidos como el Circo Atlas de los hermanos Tonetti, pero los tiempos han
cambiado y poco a poco fueron desapareciendo
ahora casi ni vienen, a quien le guste el circo no debe
preocuparse, solo tenía que haber
asistido al penúltimo numero circense, nunca sabremos con que nos puede
deleitar todavía, que tuvo lugar ayer en el Salón de Plenos del Ayuntamiento
de Cacabelos a las 17 horas, el Alcalde Adolfo Camelo hizo el más difícil
todavía, dijo que dimitía, para ante la insistencia de las 40 personas que allí
había, (Cacabelos tiene 5450) hizo el triple salto mortal hacia atrás y se
desdijo.
Pensamos
que debería haberlo hecho de verdad, no
amagar, reclamar afluencia masiva y después no dar, ya llevamos desde el
principio de la legislatura soportando todo tipo de argucias y artimañas del
Sr. Canedo para intentar hacerse célebre, no sabemos si tiene aspiraciones
cinematográficas o circenses, comenzó
jugando a la lotería, pasó por intentar hacer Alcaldesa Honorífica a
nuestra Patrona, se salió del pelotón del PP reclamando un euro por habitante
para el mundial de ciclismo, encomendó
las obras de este año a un Si Dios quiere y ahora remata con esta pirueta o payasada,
todo esto lo único que hace es que se rían de nuestro pueblo y se hagan mas
chistes que de Lepe.
Cuando
una persona ocupa un cargo de responsabilidad como el de Alcalde debe actuar
con coherencia, criterio y no dar vaivenes como una veleta, debe solucionar los
problemas de los ciudadanos y no crearlos, debe ser equitativo en su
decisiones, no debe ofuscarse y seguir metiendo al ayuntamiento en un
maremágnum de juicios como anunció ayer
en su comparecencia, recuerde que los pagamos entre todos los vecinos.
Como
colofón decirle que si de verdad quiere dimitir que lo haga, pero no quiera
hacer plebiscitos, son de épocas pasadas que igual son de su agrado, quizás
entre sus concejales algun@ sea capaz de pilotar este barco mejor que
usted Sr. Adolfo Camelo.
9 de mayo del 2014